"Dies irae" ("Día de la ira"), describe el día del juicio final, con la última trompeta llamando a los muertos ante el trono divino, lugar donde los elegidos se salvarán y los condenados serán arrojados a las llamas eternas. Como himno se usaba como secuencia en la misa de Réquiem del rito romano hasta 1970, aunque no aparece en el misal romano publicado en ese año. Su inspiración parece venir de la Vulgata latina.
Atendiendo a las fuentes consultadas, el texto más antiguo se encuentra -con mínimas variaciones- en un manuscrito del siglo XIII que se conserva en la Biblioteca Nacional de Nápoles. Se trata de un Misal franciscano que se puede datar entre 1253–1255, puesto que no contiene el nombre de Santa Clara de Asís, canonizada en 1255 y que figuraría allí si el manuscrito fuera posterior a esta fecha.
No he puesto el autor porque aunque ha sido atribuido al franciscano Tomás de Celano (1200-1260), amigo y biógrafo de San Francisco de Asís, también se han barajado como posibles autores a gente tan dispar como el Papa Gregorio Magno, San Bernardo de Claraval o los frailes dominicos Umbertus y Frangipani. Si alguien más ducho en la materia que yo puede aportarnos algún dato al respecto, se agradecerá. Como sabéis, en este blog podéis dejar cuantos comentarios queráis.
Esperando que os guste y por su interés, os adjunto también el texto en latín medieval, que se diferencia del clásico tanto por sus lineas en rima como por su acentuación (no cuantitativa).
- Día de la ira
- Día de la ira, aquel día
- en que los siglos se reduzcan a cenizas;
- como testigos el rey David y la Sibila.
- ¡Cuánto terror habrá en el futuro
- cuando el juez haya de venir
- a juzgar todo estrictamente!
- La trompeta, esparciendo un sonido admirable
- por los sepulcros de todos los reinos
- reunirá a todos ante el trono.
- La muerte y la Naturaleza se asombrarán,
- cuando resucite la criatura
- para que responda ante su juez.
- Aparecerá el libro escrito
- en que se contiene todo
- y con el que se juzgará al mundo.
- Así, cuando el juez se siente
- lo escondido se mostrará
- y no habrá nada sin castigo.
- ¿Qué diré yo entonces, pobre de mí?
- ¿A qué protector rogaré
- cuando apenas el justo esté seguro?
- Rey de tremenda majestad
- tú que, salvas gratuitamente a los que hay que salvar,
- sálvame, fuente de piedad.
- Acuérdate, piadoso Jesús
- de que soy la causa de tu calvario;
- no me pierdas en este día.
- Buscándome, te sentaste agotado
- me redimiste sufriendo en la cruz
- no sean vanos tantos trabajos.
- Justo juez de venganza
- concédeme el regalo del perdón
- antes del día del juicio.
- Grito, como un reo;
- la culpa enrojece mi rostro.
- Perdona, Señor, a este suplicante.
- Tú, que absolviste a Magdalena
- y escuchaste la súplica del ladrón,
- me diste a mí también esperanza.
- Mis plegarias no son dignas,
- pero tú, al ser bueno, actúa con bondad
- para que no arda en el fuego eterno.
- Colócame entre tu rebaño
- y sepárame de los machos cabríos
- situándome a tu derecha.
- Confundidos los malditos
- arrojados a las llamas voraces
- hazme llamar entre los benditos.
- Te lo ruego, suplicante y de rodillas,
- el corazón acongojado, casi hecho cenizas:
- hazte cargo de mi destino.
- Día de lágrimas será aquel renombrado día
- en que resucitará, del polvo
- para el juicio, el hombre culpable.
- A ese, pues, perdónalo, oh Dios.
- Señor de piedad, Jesús,
- concédeles el descanso. Amén.
- Dies irae
Autógrafo del Dies Irae del Réquiem de W. A. Mozart |
- Dies iræ, dies illa,
- Solvet sæclum in favilla,
- Teste David cum Sibylla !
- Quantus tremor est futurus,
- quando iudex est venturus,
- cuncta stricte discussurus !
- Tuba mirum spargens sonum
- per sepulcra reginorum,
- coget omnes ante thronum.
- Mors stupebit et Natura,
- cum resurget creatura,
- iudicanti responsura.
- Liber scriptus proferetur,
- in quo totum continetur,
- unde Mundus iudicetur.
- Iudex ergo cum sedebit,
- quidquid latet apparebit,
- nihil inultum remanebit.
- Quid sum miser tunc dicturus ?
- Quem patronum rogaturus,
- cum vix iustus sit securus ?
- Rex tremendæ maiestatis,
- qui salvandos salvas gratis,
- salva me, fons pietatis.
- Recordare, Iesu pie,
- quod sum causa tuæ viæ ;
- ne me perdas illa die.
- Quærens me, sedisti lassus,
- redemisti crucem passus,
- tantus labor non sit cassus.
- Iuste Iudex ultionis,
- donum fac remissionis
- ante diem rationis.
- Ingemisco, tamquam reus,
- culpa rubet vultus meus,
- supplicanti parce Deus.
- Qui Mariam absolvisti,
- et latronem exaudisti,
- mihi quoque spem dedisti.
- Preces meæ non sunt dignæ,
- sed tu bonus fac benigne,
- ne perenni cremer igne.
- Inter oves locum præsta,
- et ab hædis me sequestra,
- statuens in parte dextra.
- Confutatis maledictis,
- flammis acribus addictis,
- voca me cum benedictis.
- Oro supplex et acclinis,
- cor contritum quasi cinis,
- gere curam mei finis.
- Lacrimosa dies illa,
- qua resurget ex favilla
- iudicandus homo reus.
- Huic ergo parce, Deus.
- Pie Iesu Domine,
- dona eis requiem. Amen.
Curiosidad. Si alguien quiere acercarse al gregoriano, en Gijón puede. Los domingos a las 10.30 en la capilla de los Remedios, la tumba de Jovellanos en Cimadevilla, hay misa de rito trentino. El acólito conoce y canta bien estos temas.
ResponderEliminarGracias, Anónimo, seguro que esta información será interesante y útil para algunos de nuestros lectores.
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